lunes, 3 de noviembre de 2014

Australopithecus


Australopithecus

 (Del latín «australis», del sur, y del griego «πίθηκος» pithekos, mono) es un género extinto de primates homínidos que comprende seis especies. Las especies de este género habitaron en África desde hace algo más de 4 millones de años hasta hace unos 2 millones de años, del Zancliense (Plioceno inferior) al Gelasiense (Pleistoceno inferior). La mayor novedad aportada por los australopitecos es que se desplazaban de manera bípeda. El tamaño de su cerebro era similar al de los grandes simios actuales. Vivían en las zonas tropicales de África, alimentándose de frutas y hojas. Existe consenso en que los australopitecos jugaron un papel esencial en la evolución humana al ser una de las especies de este género la que dio origen al género Homo en África hace unos 2 millones de años, el cual a su vez dio origen a las especies Homo habilis, H. ergaster y finalmente al hombre moderno, H. sapiens sapiens.

Una rama de los australopitecos se separó de la que derivaría en Homo sapiens, produciendo al Paranthropus robustus del por ahora aceptado género Paranthropus.




INFORMACIÓN GENERAL


El nombre de Australopithecus, literalmente "mono del sur" es empleado para
referirse a una familia de protohomínidos, que, más o menos contemporáneamente,
vivieron en diferentes zonas de África en un periodo comprendido entre los 4,5 y los 1,5
millones de años. El fósil más famoso (y hasta la actualidad el más antiguo) de
Australopithecus fue descubierto por Donald Johanson en 1974 en la región de Afar,
situada en el valle del Rift, al que se denominó científicamente "Australopithecus
Afariensis", y familiarmente Lucy. A Lucy, una hembra joven de la especie se le ha
atribuido una antigüedad de unos 3,25 millones de años. Unos años más tarde en 1978, Mary
Leakey descubrió lo que constituye uno de los documentos mas interesantes e impactantes
de la paleontología: las huellas dejadas por dos o tal vez tres Australopithecus hace
aproximadamente 3,8 millones de años. Estas huellas demuestran que los Australopithecus
eran perfectamente bípedos, y estaban adaptados a la vida permanente en tierra. Su tamaño
corporal es pequeño, alzaban entre 1,10 y 1,40 cms. , y su cerebro oscila entre los 400-550
cm. cúbicos, capacidad equivalente a la de los simios actuales, pero la proporción cerebrocuerpo,es notablemente superior, lo que nos permite pensar que debían ser, en el peor de los casos, tan inteligentes y habilidosos como éstos.
Con el Australopithecus ya se ha dado un paso esencial hacia la Hominización, de ahí su gran importancia e interés: la postura erguida, bipedismo, la liberación de las manos, que ya se han diferenciado funcionalmente de los pies, y han adquirido capacidad manipuladora, la posición erguida de la cabeza y el desarrollo del cerebro, la cooperación intergrupal, etc. Características esenciales de lo que con el tiempo será la humanidad.
Pero un salto, si cabe, definitivo, para la evolución humana, habría de ser la
aparición de la especie llamada Horno Habilis pues con ella aparece el "Género Homo".
Fue identificada por primera vez por Louis Leakey en la famosa garganta de Olduvai
(Tanzania) en 1965, y le dio el nombre de Homo Habilis (el hombre artesano), al llegar
a la conclusión, no compartida por todos los paleontólogos, de que fue la primera especie
en poseer la capacidad humana de fabricar instrumentos. Su datación se ha fijado entre
unos 2,5 y algo menos de 2 millones de años, por lo que coexistió con el Austrolopithecus
y el siguiente eslabón, el Homo Erectus.
¿Podemos hablar de cultura en este primitivo ancestro? La respuesta depende
de cuan exigentes seamos en la definición de "Cultura". Lo más sensato tal vez sea
considerar que nos encontramos ante una fase en la que se supera la protocultura de
los simios actuales y los Afariensis, adquiriendo ya alguna de las características de lo
que denominamos modernamente cultura: conductas aprendidas socialmente y que
son esenciales para la supervivencia y el mantenimiento de grupo.
Es imposible hablar de la evolución humana sin mencionar a los australopitecos. Estos simios de hace cuatro millones de años caminaron erguidos como nosotros pero mantenían un cerebro de tamaño similar al de los chimpancés. Sin embargo, su postura bípeda fue la chispa que impulsó una serie de cambios evolutivos que sin proponérselo desembocaría en nosotros. Si bien hoy se considera que la marcha en dos pies apareció antes que los australopitecos, Quizás hace 7 millones de años con el Sahelantrhopus.

Solo hasta 1925 se descubrió el primer fósil de un australopiteco. Este primer fósil consistía en el cráneo de un infante que mostraba un rostro y dentadura simiesca, pero el molde del cerebro le mostró a Raymond Dart, su descubridor que no era un simple simio, y que su encéfalo tenía rasgos anatómicos más cercanos a los nuestros que a los de un simio. Dart decidió bautizar esta nueva especie como Australopithecus africanus (El término australopitheco proviene de los términos griegos Austral = Del sur y Pithecus = simio) El fósil descrito por Dart se conoce como el Niño de Taung, nombre de la región minera sudafricana de la que le llevaron el fósil. Sin embargo, el descubrimiento de Dart no fue acogido por la comunidad científica de su época ya que esta consideraba que la evolución de un cerebro grande fue la característica que propulsó la evolución del hombre. Los colegas de Dart daban más importancia a fósiles más recientes y de gran cerebro como el Homo erectus de Asia. Nuevos descubrimientos en África probarían que la postura bípeda precedió a la evolución de un cerebro grande y que estos "chimpancés de andar humano" tenían un lugar en nuestro árbol genealógico.

Australopithecus quiere decir:

Fósil de mono.
Mono del Sur.
Simio australiano.
Eslabón perdido.

¿Qué característica craneal nos indica la postura en la que camina un simio?

La posición del foramen mágnum, el agujero por el cual sale la médula espinal, pues la orientación hacía atrás del foramen mágnum de los chimpancés indica que estos son cuadrúpedos y la orientación hacía abajo del foramen mágnum de los australopitecinos indica que estos simios eran bípedos.
El tamaño del canino. Ya que los primates bípedos tienen caninos pequeños, y los primates cuadrúpedos tienen caninos grandes

Cuando nuestros antepasados pasaron de caminar en cuatro a patas a solo dos se dieron cambios en la forma de sus caderas. Así pues podemos ver en la actualidad que cuando el hombre camina transmite el peso del cuerpo por la columna vertebral al sacro y de allí a los coxales hasta las cabezas de los dos fémures (Ubique los huesos en la gráfica inmediatamente en seguida) Para disminuir la tensión producida en la barra ósea que va desde la articulación sacroilíaca a la coxofemoral el proceso evolutivo ha acercado las dos articulaciones. Observa y analiza la siguiente gráfica que muestra las caderas de Australopithecus africanus, Australopithecus afarensis, del chimpancé y de los humanos actuales.

Según esta información se puede decir correctamente que :

La cadera de los australopitecinos es más parecida a la de los humanos, que a la de los chimpancés.
El acercamiento de la articulación sacroilíaca y coxofemoral en los australopitecos indican que ellos eran bípedos. Los australopitecos eran tan solo chimpancés. El desplazamiento de los australopitecos era similar al de los chimpancés.
El Australopithecus ramidus es la especie más reciente de su género.
Más de una especie de homínidos fueron contemporáneas hace 1.8 millones de años.
El Australopithecus africanus es más antiguo que el Australopithecus afarensis .


ESPECIES
Australopithecus anamensis: son homínidos muy primitivos, que presentan molares más anchos y esmalte más espeso. Ocupó la zona de Kenia entre 4,2 y 3,9 m.a.
Australopithecus afarensis:Su capacidad para transmitir sonidos no sería muy superior a los actuales chimpancés. Situado entre 3,9 y 2,7.
Australopithecus bahrelghazali:  único encontrado fuera de África oriental. Recibe su nombre del oasis de Bahr-el-Ghazal, en Chad. Situado entre 4 y 3 m.a.
Australopithecus .
Australopithecus africanus:  cráneo más globular, con mayor capacidad cerebral. Aproximadamente unos 450 cm³. Situado entre 3 y 2,5 m.a.
Australopithecus garhi: tiene especiales características craneales y, sobre todo, faciales. Capacidad craneal de unos 450 cm³ y discutidos indicios de proto-industria lítica. Situado hace 2,5 m.a.
Australopithecus sediba: una mezcla de características lo acercan tanto a Homo como a Australopithecus y algunos paleontólogos lo ubican como el antepasado directo más factible de los humanos. Tiene solo 2 millones de años, por tanto es el Australipithecus más reciente.






 



Australopithecus

domingo, 2 de noviembre de 2014

HOMO ANTECESSOR

Homo antecessor es una especie extinta perteneciente al género Homo, considerada la especie homínida más antigua de Europa y probable ancestro de la línea Homo heidelbergensis - H. neanderthalensis. Vivió hace unos 900 000 años (Calabriense, Pleistoceno temprano).[2] Eran individuos altos, fuertes, con rostro de rasgos arcaicos y cerebro más pequeño que el del hombre actual, y con menos circunvoluciones cerebrales.

La definición de esta especie es fruto de los más de ochenta restos hallados desde 1994 en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina en la Sierra de Atapuerca, y que datan de hace al menos 900 000 años, según mediciones paleomagnéticas.

De acuerdo con sus descubridores, entre los caracteres anatómicos de estos homínidos cabe destacar un conjunto de rasgos muy primitivos en el aparato dental, que llevaron a establecer una relación entre éstos y los homínidos africanos del Pleistoceno Inferior. Una mandíbula muy bien conservada de una mujer H. antecessor, de entre 15 y 16 años, recuperada del yacimiento de la Gran Dolina tiene similitudes muy claras con las del Hombre de Pekín (Homo erectus), lo que sugiere un origen asiático de H. antecessor. Sin embargo, el patrón de desarrollo y erupción de los dientes es prácticamente idéntico al de las poblaciones modernas.

La morfología facial es similar a la de Homo sapiens, con orientación coronal y ligera inclinación hacia atrás de la placa infraorbital que determina la presencia de una fosa canina muy conspicua. El borde inferior de esta placa es horizontal y ligeramente arqueado. El arco superciliar es en doble arco y la capacidad encefálica, estimada a partir de un fragmento incompleto de hueso frontal, indica una cifra superior a los 1000 cm³.

 Mientras que H. erectus tiene un patrón de crecimiento facial que es similar al observado en los primeros Homo y los Australopithecus, tanto en H. antecessor como H. sapiens predomina la resorción ósea durante el crecimiento facial. Las similitudes entre la anatomía subnasal de H. antecessor y H. sapiens sugieren que la "modernización" de la cara estaba ya claramente en marcha en H. antecessor.


La morfología de la mandíbula recuerda a la de ciertos homínidos muy posteriores, del Pleistoceno Medio, de la especie Homo heidelbergensis, como los de la Sima de los Huesos, también de Atapuerca. El esqueleto postcraneal indica una cierta gracilidad en comparación con la mayor robustez del Hombre de Neanderthal de la segunda mitad del Pleistoceno Medio.
La mayoría de individuos alcanzarían una altura de entre 160 y 185 centímetros, con un peso de entre 60 y 90 kilogramos.

En la actualidad, la validez de esta denominación como especie diferente es defendida por sus descubridores y otros expertos, que consideran que H. antecessor precede a H. heidelbergensis y por tanto es también antepasado de H. neanderthalensis; sin embargo, parte de la comunidad científica la considera una simple denominación, no específica, para referirse a restos encontrados en Atapuerca, que ellos asignan a la especie H. heidelbergensis o bien, la consideran una variedad de Homo erectus/Homo ergaster.